Los datos de los que disponemos sobre el problema del agua en el mundo no puede más que causarnos preocupación.
· Un niño muere cada 15 segundos debido a enfermedades que se pueden atribuir al agua contaminada, el saneamiento deplorable y una higiene deficiente (Unicef. Objetivo: garantizar la sostenibilidad del medioambiente).
· "Las guerras del siglo que viene serán provocadas por la falta de agua." Ismail Serageldin, Vicepresidente del Banco Mundial
· 884 millones de personas en el mundo no tienen acceso a agua potable. Es decir casi una octava parte de la población mundial. (UNICEF/OMS)
· El peso del agua que las mujeres en África y Asia cargan en sus cabezas es aproximadamente 20kg (UNICEF/OMS), el peso medio que permiten los aeropuertos en el Reino Unido.
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Sin duda estos problemas resultan inquietantes, pero nos pueden parecer lejanos, al fin y al cabo disponemos de agua potable y pocas son las ocasiones en las que los periodos de sequía ocasionan cortes de agua. Y al final siempre llueve y volvemos a tener agua. No nos confiemos, el problema del agua y sus soluciones son más cercanos. De lo que nos pueda parecer
Por un lado, la región en la que vivimos, es una zona de “tensión hídrica”, es decir, en muchas ocasiones las necesidades de agua son superiores al agua disponible. De esta situación somos cada vez más conscientes y procuramos disminuir el consumo de agua en nuestras casas. Durante el curso pasado recibimos numerosas propuestas que a través del correo electrónico pudieron ser difundidas.
Por otros, la contaminación del agua es un problema que nos afecta directamente y cuya solución también depende de nosotros. Evitar la contaminación del agua mejora la calidad de nuestras playas, de los ríos de nuestra provincia, de nuestros embalses y de las aguas subterráneas. El agua, debido a su ciclo natural, se desplaza, arrastrando en su camino los contaminantes que la actividad humana producen. También durante el año anterior muchos de vosotros nos hicisteis llegar consejos destinados a disminuir la contaminación (evitar vertidos de aceites, evitar y limitar el uso de productos con colorantes entre otros).
Este año queremos dar un paso más, reflexionar sobre las consecuencias que nuestros hábitos de consumo en general tienen sobre la cantidad de agua que realmente “usamos” y sobre la contaminación que este consumo produce en el agua. Además, dado la globalidad del mercado actual, las consecuencias del consumo diario sobrepasa los límites de nuestros problemas.
Damos ahora algunos ejemplos. Para producir 1 kg de carne de ternera se necesitan 15.000 L de agua y para obtener una camiseta de algodón (500 g de algodón) son precisos 4.100 L de agua
¿Os asombran estos datos? ¿Conocéis otros similares? ¿Por qué esto es una cuestión que sobrepasa fronteras? ¿Cuántas camisetas de algodón tenéis en casa? ¿Las usáis todas?
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